miércoles, 6 de mayo de 2009

Una especie de bienvenida

No sé cómo llegaste acá, pero ya que estás, quedate. Estás en mi blog: un espacio creado para algo que no sé si será factible. En un mundo plagado -en el peor sentido- de ideas y datos en demasía, todo parece irse al confín de los tomates. Esta era la famosa posmodernidad. Todos tienen poco qué decir, y lo dicen una y otra vez al mismo tiempo. Nadie escucha verdaderamente a nadie. Pocos leen, y no gran cosa. Lecturas fragmentarias, inconexas. Las ideologías, parece ser, no se murieron, sino que fueron mutiladas y rejuntadas para conformar un Frankestein donde La Biblia y el calefón, Wikipedia y el termotanque, o Galeano junto al microondas, son la muestra visible del triunfo de los que triunfaron siempre. Y en el medio de este laberinto de palabras, pensamientos inconclusos, principios traicionados e imágenes sin hilo conductor, se me viene a ocurrir crear un espacio para compartir (¿con quiénes?: no sé) ideas propias y ajenas, que son las más interesantes. Noticias que no son noticia porque no convienen. Y pequeñas obras de arte que quepan en el bolsillo de la dama y la mochilita del caballero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario